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El modelo de Parsley Health se destaca por su énfasis en abordar la causa raíz de las enfermedades crónicas, como diabetes, afecciones cardíacas, trastornos autoinmunes y problemas de salud mental. A diferencia de los enfoques tradicionales, Parsley Health ofrece consultas prolongadas, evaluación clínica exhaustiva y seguimiento constante mediante tecnologías digitales.
Según los datos proporcionados por la organización, el uso de fármacos crónicos ha caído un 65% y la cantidad de especialistas consultados por cada paciente disminuye un 77% en dos años. Además, el 80% de los miembros reporta una mejora significativa o resolución total de sus síntomas durante el primer año.
La tecnología desempeña un papel clave en este modelo, facilitando la prevención y permitiendo una intervención médica más personalizada. Casos de pacientes con problemas de salud complejos, como psoriasis, artritis y complicaciones gastrointestinales, muestran cómo la identificación de alergias y desequilibrios a través de pruebas avanzadas puede reducir los gastos y mejorar los resultados.
Uno de los ejes del modelo de Parsley Health es la atención personalizada en salud femenina, con un protocolo llamado «Brains, Bones & Booty» enfocado en preservar la masa muscular, la densidad ósea y la función cerebral en mujeres a partir de los 40 años.
Si bien Parsley Health enfrenta resistencias estructurales en el sistema de salud estadounidense, la demanda y la presión de los consumidores han impulsado la gradual adopción de este modelo, que integra cobertura en red para cerca de 15 millones de personas en Nueva York y California.
