Compartir
Un equipo de la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins ha presentado hallazgos alarmantes sobre la posible conexión entre la contaminación del aire y el riesgo de desarrollar demencia con cuerpos de Lewy, un trastorno neurodegenerativo caracterizado por la acumulación anormal de la proteína alfa-sinucleína en el cerebro.
El estudio, publicado en la revista Science, analizó los registros médicos de más de 56 millones de pacientes en Estados Unidos entre 2000 y 2014. Los investigadores encontraron que cada aumento en los niveles de partículas finas PM2.5 se asociaba con un 17% más de riesgo de demencia por enfermedad de Parkinson y un 12% más de riesgo de demencia con cuerpos de Lewy.
Para comprender los mecanismos biológicos detrás de esta asociación, el equipo expuso a ratones normales y a ratones modificados genéticamente sin la proteína alfa-sinucleína a partículas PM2.5 durante 10 meses. Observaron que en los ratones normales se producía atrofia cerebral, muerte celular y deterioro cognitivo, síntomas similares a la demencia con cuerpos de Lewy. En contraste, los ratones sin alfa-sinucleína no mostraron cambios significativos.
Según los investigadores, la contaminación del aire podría no solo activar la acumulación de proteínas tóxicas, sino también impulsar cambios en la expresión genética vinculados a estas enfermedades neurodegenerativas. Si bien los factores genéticos influyen, los expertos sostienen que controlar la exposición a la contaminación podría reducir el riesgo asociado a estos padecimientos.
El equipo se encuentra ahora enfocado en identificar los componentes específicos de la contaminación que provocan estos efectos, con el objetivo de guiar estrategias de salud pública para disminuir las exposiciones dañinas y reducir el riesgo de demencia.
